-Es estupido, no hay solución-respondí abrazando mis rodillas al sentir mucho frió.

-Vez-suspiro frustrado señalándome, como si fuera una estatua de un museo.-Tu no eras así, tu eras la que le ponía magia a la vida, la que el "no" nunca existía en su lengua, la que me abrazaba todas las mañanas emocionada, la que sonreía sin una razón coherente para hacerlo, la que iba en contra de todo y nunca le importaba nada.La que le gustaban las leyendas.La que sus ojos brillaban cuando estaba apunto de encontrar la razón.La que antes parecía que vivía y no sobrevivía… si llegas a encontrarla dile que la estoy buscando.